Cindy Blackman - El colorido que necesita el jazz y el rock and roll.
Incubó la música clásica por parte de su familia materna desde muy pequeña. Nació en Yellow Springs, Ohio, en 1959 y sus inicios a la batería fueron instintivos. Ella cuenta que fue a los 7 años cuando estaba en la fiesta de uno de sus amigos y al ver una batería no se pudo resistir a tocarla.
A partir de ahí, no pudo volver a despegarse ya que la percusión del instrumento le hacía sentir que podía expresar cómo era ella realmente.
De ahí lo siguiente fue tocar en un grupo de su escuela y pedir a sus padres una batería de juguete, para poder tocar en casa. No fue hasta los 14 años, después de haberse visto influida por Max Roach cuando consiguió su primera batería profesional.
Siguiendo la estela de personas influyentes para Cindy, terminó en Boston para ser alumna de Alan Dawson en el Berklee College of Music, profesor que había enseñado a Tony Williams el motivo por el cual ella se desplazó hasta allí.
Su experiencia duró poco tiempo al ser descubierta para el grupo "The Drifters" por el que se tuvo que mudar a Nueva York dejando la escuela en 1982.
Cindy como podéis estar intuyendo se dejó inspirar y enseñar por multitud de artistas a las que ella admiraba, le encantaba preguntar e investigar sobre su pasión, lo que le llevó a conocer a Art Blakey, batería estadounidense, quien fue como un padre para ella y le apaciguó todas sus dudas y curiosidades.
Fue apareciendo con pequeñas composiciones en diferentes álbumes como el de Wallace Roney, hasta que en 1988 se lanzó en solitario con "Arcane en Muse Records", donde se devolvió el favor incluyendo a Roney a la trompeta.
Al poco tiempo, recibió la llamada de Lenny Kravitz desde Los Angeles. Este, le hizo tocar la batería por teléfono desde Nueva York. Acto seguido le pidió a Blackman que volase a Los Angeles para grabar con él. Cindy no se lo pensó y se fue hasta allí donde se quedó dos semanas para grabar entre otras, la mítica canción junto al videoclip de "Are you gonna go my way"
A finales de los 90, inició una grabación con un grupo que había formado y le puso de nombre "Telephaty" por la estrecha comunicación que había entre ellos y sacaron el video "Multiplicity".
En 2004, se dio un descanso en su gira con Lenny Kravitz para centrarse en su carrera en solitario y más tarde en 2010 lanzó un primer álbum homenaje al que había sido su inspiración, Tony Williams también batería de jazz que había mencionado antes, se llamó "Another Lifetime" dónde colaboró también con otros artistas.
Y si avanzamos un poco en el tiempo llegamos hasta el año pasado, 2020 donde lanzó un álbum con 17 temas, 11 con ella como vocalista donde también se pueden escuchar más colaboraciones.
En su carrera musical podemos apreciar la importancia que le da Cindy a compartir la música, crear y mezclarse del talento de otros artistas y dar matices nuevos a lo que ya está escrito. Una mujer innovadora y creativa, que se dejó impregnar por la batería y aporta textura y color a la profesión.
Blackman es decidida, intuitiva y entendió de que va la música desde el minuto uno. Investigó sobre los talentos pasados y los hizo partícipes en el futuro, en multitud de temas y entrevistas.
Ante todo, siempre defendió su vocación y en un momento en el que quizá muchos no estaban de acuerdo con que una mujer fuese batería, nunca dejó que le afectase. "Cualquier mujer o cualquier persona que se enfrente a prejuicios raciales, prejuicios por su peso, prejuicios por tu pelo, si dejas que alguien te detenga con sus opiniones entonces lo único que estás haciendo es hacerte daño a ti mismo"
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